La emoción científica fue palpable cuando se descubrió el último planeta del sistema solar. Este planeta enano fue encontrado en 2005 por el equipo liderado por Mike Brown del Instituto de Tecnología de California. De hecho, la importancia del hallazgo fue tan significativa que se necesitó una discusión con la Unión Astronómica Internacional (UAI) para darle un nombre oficial.
En el momento de su descubrimiento, el planeta enano se llamó provisionalmente 2003 UB313. Luego, se inició un proceso para elegir un nombre definitivo, que se anunció en septiembre de 2006. Después de recibir cientos de sugerencias de todo el mundo, el planeta enano fue bautizado oficialmente como Eris.
El nombre se eligió en referencia a la diosa griega de la discordia y la contienda, lo que reflejaba la controversia en torno a si Eris debía ser considerado como un planeta enano, ya que era más grande que Plutón. La controversia condujo a la definición y clasificación de los planetas. Plutón también fue reasignado como planeta enano.
Aunque se haya nombrado hace más de una década, Eris todavía se está estudiando y se están descubriendo nuevas cosas. Se cree que Eris tiene una atmósfera delgada y una superficie helada que puede contener metano, etileno y monóxido de carbono. Además, se han descubierto satélites en órbita alrededor de Eris, uno de los cuales tiene un diámetro de 620 kilómetros.
El descubrimiento y el nombre de Eris son un testimonio del constante descubrimiento y la exploración en el campo de la astronomía y la ciencia espacial. Esperamos que continúen descubriéndose más planetas, satélites y otros fenómenos celestes, lo que ampliará nuestra comprensión del universo.